Rincón del Cátaro

Tras enfrentarnos a la dura pendiente de la cuesta de Enero llegamos a la cima del principio del año. Desde aquí podemos contemplar los extensos valles y llanuras que recorren el resto del mismo. Cada uno de estos accidentes geográficos está relleno de vacío esperando a que mes a mes vayamos plantando semillas de experiencias cuidando así de que crezca la hierba en las zonas más áridas y de que agarre mejor y con más fuerza el vello vegetal de las más fértiles.

También capta nuestra atención un desfile de dragones por las avenidas del futuro. Sí, han leído bien, hablo de esos seres mitológicos del tamaño de una casa y de un color verde (que te quiero verde) más intenso que el de nuestra mayor esperanza. Estos encierran una llama en su interior capaz de devolver la luz a los ojos del más ciego y de calentar los corazones más frios y secos. No es de extrañar por tanto, que persiguiéndolos a lomos de sus corceles, veamos aparecer a nobles caballeros tratando de liberar esas llamas y devolverlas a sus dueños más legítimos: los SERES HUMANOS.

Aunque parezca mentira todavía quedan dragones en nuestros días, y no me refiero a las criaturas que he descrito anteriormente, sino a aquellas obras y autores cuyas llamas permanecen más vivas que nunca (peligro de incendio!!) en el vientre del olvido: el cine en blanco y negro (con Chaplin, los hermanos Marx, Humphrey Bogart y Casablanca…), la música (Dylan, The Beatles, el vinilo, el sonido a madera y acústico…), la literatura (y la poesía!!), la pintura (Dalí, Picasso, Van Gogh…), el baile (qué poco se baila ya sin música!!) y así que cada uno acoja nuevos huevos de dragón en su incubadora particular.

Permítanme damas y caballeros que yo intente (que no consiga) aprender el tradicional y noble arte de cazar dragones, tal vez algún día llegue a ser caballero (o mejor un “gentleman”) y pueda encender algunas de sus lámparas con una bonita llama.

Quién sabe, tal vez este año haya esperanza, qué ilusión y qué nostalgia.

AY… SI VOLVIERAN LOS DRAGONES…

GRACIAS A TODOS

Si la angustia no tuviera tantos meses,
si pudiera huir de esta ciudad,
si el milagro de los panes y los peces
consiguiera darnos de cenar.
Si tuvieran corazón las autopistas,
si alguien me esperara en la estación,
si bajaran de la luna los artistas,
si acabara bien esta canción.
Si aprendiéramos a amar como animales,
si quedara tiempo que perder,
si bailaran rock and roll los generales,
si cantara el gallo rojo del amanecer.
Y los sentidos olvidaran la razón.
Y las golondrinas
supieran volver
a hacer su nido cada otoño en el reloj
de las oficinas,
si el huracán del porvenir
arrasara las fronteras
rotas las banderas por la pasión,
si reinara en el dos mil
la imaginación.
Si los besos cotizaran más que el oro,
si quedara hotel en Shangri-Lá,
si la muerte hiciera mutis por el foro,
si pudiera yo quererte hasta el final
y naufragar
en la isla del tesoro,
si los mercenarios de la soledad
incendiaran con un blues
todo el cono sur.
Si en los escombros de la revolución
creciera el árbol verde del placer,
y las catedrales se cansaran de ser
ruinas del fracaso de Dios.
Si volvieran los dragones a poblar las avenidas
de un planeta que se suicida.
Si volvieran los dragones…
Si volvieran los dragones, Robin Hood,
las amazonas, Marco Polo, Nosferatu, Garcilaso,
Casanova, Buster Keaton, Mata Hari, Don Quijote,
Macedonio, Moby Dick, Los Bucaneros,
Nostradamus, Celedonio, Sargent Pepper,
Goyeneche, Sitting Bull, La violetera,
Janis Joplin, Doctor Jekyll, D’Artagnan,
la primavera, el Cantar de los Cantares, Greta Garbo,
el Tempranillo, Babilonia, Julio Verne, Camaron,
los conventillos, gulliver, Sierra Maestra, Bonny and Clyde,
La Magdalena, Camelot, los alquimistas,
Atahualpa, Bonavena, la tetona de Fellini, Bakunin,
las ilusiones, Espartaco, Mesalina, las cigue&ntildeas,
los bufones, Si volvieran los dragones.